De Vermut por Hospitalet

El vermut es un tema serio, y eso en Hospitalet lo sabemos muy bien. Desde hace ya algún tiempo, el noble arte del vermut está golpeando con fuerza en muchos de los establecimientos de la ciudad. Buena noticia.
Aquí os voy a hablar de alguno de los locales donde poder pasar un rato alegre (porque el vermut es alegría) y disfrutar, rodeado de amigos, de esas horas previas a la comida. Hablaremos de cinco lugares significativos para mí, cada uno de ellos con sus características y particularidades, pero con un punto muy importante en común: el mundo del vermut. Y no me refiero al vermut únicamente como bebida, sino al conjunto formado por ella y por todo lo que la acompaña, ya sean encurtidos, patatas, marisco o croquetas. ¡Empecemos!

En una de las zonas más bonitas de Hospitalet, muy próximo al Mercat del Centre, encontramos el Celler 1912. Local centenario en el que se respira ambiente vermutero por los cuatro costados. Entrar en él es como hacer un viaje en el tiempo a las bodegas y cellers de antaño. Originalmente creado como colmado, su evolución ha sido sutil pero firme hasta consolidarse como un referente en la ciudad.

celler1912b

celler1912c

Como punto fuerte destacan sus gildas, adornando una pequeña barra de forma cuadrada, situada en el centro del local. Techos altos, barricas de vino, botellas de cava,… ¡el paraíso de los domingos al mediodía!
El servicio es otro punto a destacar. Eficiencia y proximidad hacen que cada visita al Celler 1912 se disfrute al máximo.

celler1912a

¡Seguimos! A continuación os presento un local con más de 30 años de historia a sus espaldas. Un local con un encanto especial que ha ido evolucionando y adaptándose a los cambios de una manera magistral, pero sin perder su esencia. Os hablo, cómo no, de la Bodega Salán.

Ubicada (o más bien escondida) en el barrio de Sant Josep, en la zona de Ciudad Condal, esta bodega es un tesoro. Desconocida por algunos, pero cada vez más popular dentro de Hospitalet debido a su buen hacer. Os puedo decir que esa popularidad es bien merecida, doy fe de ello.

salan1

Si nos remontamos al origen, la Bodega Salán empezó a darse a conocer por sus fantásticas anchoas, pero el tiempo, el esfuerzo y el trabajo han hecho que esta bodega no sea reconocida únicamente por ellas, sino por muchos productos. De ambiente familiar, podría recordar un poco a las antiguas bodegas de la Barceloneta, donde todo el mundo comparte mesa y conversación. A destacar (aparte de las anchoas): morro, gambitas saladas y embutidos.

salan3

salan2

La proximidad y cercanía de sus dueños hacen que te sientas como en casa desde el primer momento, y eso es algo a tener muy en cuenta a la hora de hacer el vermut. Hay que decir también que cuenta con una estupenda terraza, aprovechable prácticamente todo el año, en la que se disfruta todavía más del vermut.

No muy lejos de la Bodega Salán, cerca del metro de La Torrassa, encontramos otro rinconcito que merece un gran reconocimiento, sobretodo por su ubicación, ya que se encuentra en una zona poco transitada. Hablamos de La Tecla, también conocida como El Racó d’en Pipa.
¿Qué nos podemos encontrar en La Tecla? Si nos ceñimos al aspecto más clásico del vermut, la oferta de este establecimiento cuenta con gildas, montaditos, quesos y… ¡croquetas!. No unas croquetas normales y corrientes, no. Unas señoras croquetas. Unas croquetazas espectaculares y para todos los gustos: calamares en su tinta, espinacas con gorgonzola, galta, etc.

latecla1

Cuentan también con una más que decente selección de vinos y, si se nos va un poco de las manos el vermut y luego queremos comer algo más contundente, podemos pedir alguno de sus platos de cocina catalana (galta, albóndigas con sepia, etc.).

latecla2

latecla3

De más reciente apertura, pero con una estética clásica y característica de este tipo de locales, encontramos la Bodega Pujós. Podría decirse que es una mezcla de muchos de los sitios de los que hemos hablado, ya que en ella puedes encontrar encurtidos, gildas, montaditos y también platos más contundentes como los escritos en la pizarra de la foto de más abajo. Todo a un muy buen nivel gastronómico.

pujos3

pujos2
Mesas de mármol mezcladas con unas paredes rústicas hacen de esta bodega un lugar muy acogedor. Destaca también por contar con cervezas artesanas y de importación, cosa muy de agradecer.

pujos1

El quinto y último de los locales de los que vamos a hablar es Cal Siscu. Podría decirse que tiene una estética similiar al Celler 1912 o al menos, la sensación que me transmite al entrar es muy parecida: regresar a las bodegas de antaño.
Quizás Cal Siscu podría definirse más como un restaurante, pero eso no quita que una buena parte de la gente que acude allí lo hace únicamente para tomar el vermut. Aquí encontraremos un magnífico producto de temporada, sobretodo marisco.

calsiscu0

Destacan las cañaillas, los percebes, las almejas y bueno… ¡todo lo que tengan expuesto en la barra! A Cal Siscu puedes ir y pedir unas anchoas acompañadas de un vermut, pero también te puedes comer un bogavante en salsa (con una pequeña sorpresa al final que sólo conocen los que lo han probado). Una muestra más de que en Hospitalet se puede comer muy bien, sólo hay que investigar un poco.

calsiscu1

calsiscu2

En resumen, podría decirse que el vermuteo en Hospitalet está más vivo que nunca. Cualquiera de estos cinco locales está lleno durante las horas de vermut de los fines de semana y eso es indicativo buena salud. Personalmente me encanta «hacer el vermut» o «salir a vermutear«, como queráis llamarlo, y me alegra mucho el hecho de que en mi ciudad existan tantas y tan ricas alternativas para hacerlo.
Salut i vermut, Hospi!

 

CELLER 1912: C/Josep Prats, 30.

BODEGA SALAN: C/Ciutat Comtal, 8.

LA TECLA: C/Treball, 25.

BODEGA PUJÓS: C/Pujós, 26.

CAL SISCU: C/Dr. Martí i Julià, 84.

 

Cal Siscu

Hoy hemos comido bien. De hecho, hoy hemos comido muy bien. La culpa de ello la tienen Carme y Tino, regentes de Cal Siscu. Esta bodega/vermutería/restaurante/marisquería (no sé muy bien cómo definirlo) es otra de las joyas ocultas, o no tan ocultas, de Hospitalet.

Nada más entrar te das cuenta de que estás en un sitio especial. El local es de esos que tiene solera, encanto y cierta magia. Hasta hace poco no contaba ni siquiera con un cartel o rótulo exterior que informara de que aquello era un bar. A día de hoy se puede observar el nombre del local pintado en la fachada. Fachada, por cierto, pintada y restaurada hace no demasiado.

La barra de Cal Siscu.

La barra de Cal Siscu.

Una vez en su interior, la barra, las mesas de mármol, las barricas, el suelo, el techo… todo, todo eso nos transporta al pasado, a lo que eran las bodegas de antaño, con el aliciente de que en ésta te puedes pegar una buena mariscada! El producto es de primera y siempre de temporada. Lo mejor es dejarse llevar por las sugerencias de Carme. Como plato «marca de la casa» hacen un bogavante en salsa americana. Cuando lo acabas, añaden un par de huevos fritos a la salsa que queda. Para mojar y no dejar nada, señores!

Decoración clásica de bodega. Mesas de mármol, barricas y grandes puertas de madera.

Decoración clásica de bodega. Mesas de mármol, barricas y grandes puertas de madera.

En esta ocasión no comimos bogavante y optamos por hacer un pica pica y medias raciones, para poder probar el máximo número de platos posible. Empezamos por un vermut de la casa y unas cañaillas que, todo hay que decirlo, eran de un tamaño considerable. Bueno el vermut y espectaculares las cañaillas.

El vermut de la casa.

El vermut de la casa.

Cañaillas.

Cañaillas.

A continuación nos llega este estupendo plato de calamares a la andaluza. Tiernos, sabrosos y con un rebozado perfecto fueron la previa a unas gambas de Palamós brutales (podría haberme comido mil). Por cierto, en la foto las gambas parecen pequeñas, pero no lo eran en absoluto.

Calamares a la andaluza.

Calamares a la andaluza.

Gambas de Palamós.

Gambas de Palamós.

Continuamos con algo un poco más contundente. Un mar y montaña clásico: albóndigas con sepia. Buen plato al que le faltó una pizca de sal para nuestro gusto.

Albóndigas con sepia.

Albóndigas con sepia.

Seguimos con otro clásico de la cocina catalana: cargols a la llauna. Con una potente salsa y con unos caracoles de buen tamaño íbamos acabando la comida de hoy. Platos no demasiado pesados, que nos han saciado lo necesario y nos han permitido probar muchas cosas. Todo muy recomendable, la verdad.

Cargols a la llauna.

Cargols a la llauna.

En la mesa de al lado, Tino enseñaba los bogavantes vivos a unos clientes para que escogieran uno. El que tenía en la mano fue el elegido para ser cocinado. Más abajo, una foto de otro plato que nos habían recomendado pero que no llegamos a probar: centolla acompañada de salmón y mantequilla.

Tino mostrando los bogavantes.

Tino mostrando los bogavantes.

Centolla acompañada de salmón y mantequilla.

Centolla acompañada de salmón y mantequilla.

En este punto ya pedimos los cafés. Nos ofrecieron postre, pero no teníamos más tiempo (habrá que volver otro día, no?). Lo que sí que tuvimos tiempo de tomarnos fue un chupito de crema de orujo con chocolate y cerezas.

Chupitos gentileza de la casa.

Chupitos gentileza de la casa.

El local cuenta con numerosos detalles que te hacen viajar al pasado. Mucha gracia me ha hecho ver la pegatina del mundial del 82 con Naranjito!! Más abajo os dejo una foto de la cuenta para dos personas, incluyendo un vermut, tres copas de cerveza y una copa de vino. Teniendo en cuenta el producto y su calidad, encuentro un precio muy adecuado.

Pegatina de Naranjito en la puerta.

Pegatina de Naranjito en la puerta.

La cuenta para dos.

La cuenta para dos.

Resumiendo, Cal Siscu es un local recomendado para diferentes momentos. Puedes venir a hacer el vermut y pedir unas anchoas, puedes simplemente tomarte un vinito o, nuestra opción recomendada, puedes sentarte y dejarte llevar por un tipo de cocina poco frecuente en Hospitalet, que seguro te encantará. Además estarás atendido de maravilla y te harán sentir como en casa.

Fachada del edificio.

Fachada del edificio.

CAL SISCU: C/ Dr. Marti Julià, 82 – Hospitalet

Teléfono: 660 169 814   (CERRADO LOS LUNES)