El pasado 1 de febrero, coincidiendo con nuestro primer año de vida gastronómica, celebramos la primera edición (espero que no sea la última) de la ruta del vermut de Hospitalet, conocida como Vermut & Roll.
La cosa era sencilla. Cuatro locales de la ciudad, cuatro vermuts y cuatro tapas. Cada uno de los locales que participaron nos ofreció una tapa especialmente elaborada para el evento, demostrándonos, una vez más, que en Hospitalet hay muchos sitios donde se hacen bien las cosas.
Voy a empezar hablando un poco de cada uno de los locales que nos han acompañado en esta edición de la ruta, todos ellos parecidos y a la vez muy diferentes. A todos les une el buen producto, el amor por la gastronomía, las ganas de hacerlo bien y… ¡el vermut!
Empezamos por la Bodega Salan. De la mano de Clemente y de Mónica salen las mejores anchoas de Hospitalet, junto con un vermut que está a la altura, cómo no. Un local con solera, como los de antes, que ha sabido envejecer perfectamente y mantener a sus clientes de toda la vida junto a los nuevos que van llegando poco a poco. Juegan con una pequeña desventaja: están algo alejados del centro. Esto hace que sea difícil descubrir esta bodega a no ser que alguien te desvele su ubicación. Le están poniendo remedio, ya que acaban de aterrizar en Facebook. No dejéis de entrar en su página para ver todo lo que preparan!
El segundo local que visitamos fue El Celleret, tastets i tertúlies. Con dos años de vida, Ferran y Miriam están consiguiendo lo que buscaban, crear un espacio donde la gente disfrute de una buena copa de vino, dentro de un local muy agradable (no os perdáis el pequeño rincón con sofá incluído) y tengan la posibilidad de probar algunos de los «tastets» que ofrecen. Hacen falta más lugares como éste dentro de nuestra ciudad. Estad atentos a sus actividades, ya que de vez en cuando organizan cenas-maridaje y las plazas vuelan!
Seguimos la ruta para entrar en el clásico por excelencia. Un local centenario donde simpatía, buen servicio, buen producto y una ubicación privilegiada, convierten al Celler 1912 en un referente dentro del mundo del vermut. Destacan sus gildas, embutidos, quesos, y, resumiendo, todo lo hacen. El local es como si permaneciera anclado en el tiempo, te transporta al pasado pero manteniendo un espíritu fresco. Perfecto.
El punto final lo puso el Tast & Vins, un local de aire más moderno donde Sergio y Raquel nos ofrecen una amplia gama de productos, desde montaditos (especialidad de la casa) a diversas tapas, como los fantásticos mejillones que preparan. Simpatía y buen rollo, mezclado con vino, cerveza y todo lo que se te ocurra. También organizan catas y maridajes con frecuencia, así que hay que estar atentos a su página de Facebook o mejor todavía, pasarse por ahí. Ah, casi se me olvida: tienen un café muy bueno!
Con todos estos ingredientes la ruta salió como tenía que salir: BRUTAL!
Por lo que parece, nos juntamos unas 70 personas. Creo que la cantidad de gente fue la perfecta, ya que si hubiésemos sido más, los locales se habrían podido saturar, pero con menos la ruta no hubiera sido lo mismo. Buen rollo a pesar de las cuatro gotas que cayeron (voy a tener que mirar esto, ya que siempre que organizo algún evento, llueve). Buena disposición de la gente, simpatía y paciencia, ya que en momentos puntuales costaba llegar hasta la barra de algún local.
Me encantó poder conocer a gente que hasta ahora sólo tenía vista por internet. Poco a poco vamos creando un ambiente y un pequeño círculo de personas a las que nos gusta la buena comida y bebida, y queremos salir y disfrutar de nuestra ciudad. Me despido agradeciendo a todo el mundo su aporte y participación. A todos los locales (no me canso de agradeceros el esfuerzo y las ganas puestas) y a todos los que vinísteis el sábado a la ruta.
Os dejo el mapa con la ubicación de los locales para que los que os quedásteis con las ganas de venir sepáis dónde están:
Ya estamos pensando en la del año que viene!! Salud y VERMUT & ROLL!!